martes, 20 de octubre de 2009

SEGUIMOS CON LA PUERTA DEL SOL ¡AHORA, LAS FUENTES!

Ampliando la foto superior (clickando sobre ella, puede verse el minúsculo
chorrito de la de atrás)

Las obras de la Puerta del Sol van concluyendo a "golpe de carreta". Hoy se han inaugurado las dos fuentes. Pero claro, como el control de calidad de las obras brilla por su ausencia, una ofrece un caudal abundante de agua pulverizada ( la situada entre las calles Carmen y Montera), mientras que su hermana gemela situada frente a la Calle Preciados , escupe un minúsculo chorrito que apenas se aprecia en la foto. ( ¡ Y eso que esta mañana estuvo el Señor Alcalde! )
Esperemos que se ponga remedio, y se hagan las cosas en condiciones. ¡Basta ya de tanta chapuza! A ver si el Ayuntamiento crea un puesto de controlador de calidad del centro histórico madrileño.
Me propongo yo que estoy sin trabajo.
Arvikis

domingo, 11 de octubre de 2009

NUEVAS OBRAS EN EL CENTRO DE MADRID "EL RAYO QUE NO CESA" AHORA LE TOCA A LA PLAZA MAYOR ¡Y ESO QUE ESTAMOS A DOS VELAS!


Ahora resulta que el adoquinado de la plaza Mayor provoca caídas y de agua y utilizan este argumento entre otros para justificar su reforma. Justo lo contrario a lo que acaban de hacer en la puerta del sol, que han utilizado un adoquinado con gran desnivel, que provoca, tropiezos, roturas de tacones, incomodidades, etc. etc. etc.

enbalsamientos Como diría el humorista y dibujante Forges "IRIDISCENTE" ¡Pero dónde esta el criterio! Reproduzco un artículo íntegro del País, en el que se explica todo.

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ARTÍCULO DE EL DIARIO EL PAÍS

Vientos de cambio en la plaza Mayor

El Ayuntamiento estudia modificar pavimento, tejados y color de las fachadas del enclave - El proyecto trasladaría la estatua de Felipe III a la Casa de Campo

RAFAEL FRAGUAS - Madrid - 21/09/2009


En el Ayuntamiento suenan palabras mayores. Tratan, precisamente, de la Plaza Mayor. Va a ser transformada. Su pavimento adoquinado, el revoco rojo de sus muros, sus cubiertas de pizarra; la estatua ecuestre de Felipe III, el subsuelo, hoy estacionamiento. Incluso, su acústica como escenario de espectáculos.

15 expertos han participado en las reuniones del plan de renovación

No se descarta que se agregue algún tipo de grada al enclave

El proyecto contempla actuaciones para mejorar la acústica

Es decir, casi todo puede ser cambiado en los meses venideros, de prosperar el Plan Integral de Mejora de la Calidad de la Plaza Mayor de Madrid, ya en marcha. A la ideación de este proyecto el equipo municipal de Gobierno ha destinado 60.000 euros. Su autor es el arquitecto Carlos Ferrán Alfaro, que trabajó con sus colegas Francisco Javier Sáenz de Oíza, José Luis Romaní y Eduardo Mangada en algunas de las principales obras y en planes urbanísticos de Madrid.

Ferrán, titular de un estudio madrileño, rigió la reunión-debate celebrada recientemente en la sede de la Empresa Municipal de la Vivienda de la calle de Guatemala con personalidades, expertos y técnicos de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento. En ella se hallaban presentes, entre otros asistentes, Antonio Bonet Correa, presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; Carlos Franco, quien decorara con sus pinturas la fachada de la Casa de la Panadería entre 1989 y 1991... Hasta quince personas, sobre todo arquitectos, relacionadas con el patrimonio histórico-artístico de Madrid y, también, con presencia catalana: Joan Casadevall y Serra, titular de un estudio de cromatismo con sede en Barcelona y autor del Plan de Color para la plaza Mayor.

Fuentes del Gobierno regional remiten al Ayuntamiento para explicar el contenido de la reunión, que el Consistorio define como debate de la Mesa de Color, una comisión local y sectorial sobre asuntos de estética y patrimonio de la cual fue anfitrión el departamento de Urbanismo.

La idea de instalar un Parador Nacional en la Casa de la Carnicería, frente a la de Panadería, planea aún sobre el futuro de la plaza. "La idea central consiste en innovar la plaza Mayor como escenario áulico y popular", al decir del autor del plan, Carlos Herrán."Para conseguir que siga siendo ambas cosas, como siempre lo ha sido, es preciso incorporarle nuevos cometidos que hoy la ciudadanía demanda", precisa el arquitecto Carlos Ferrán.

Por ello, el debate fue algo más que una tormenta de ideas sobre revoco, pavimento, cubiertas, mobiliario,... donde el supuesto deterioro de la singular pintura de sus paramentos -almagre es el nombre de su color rojizo- se convirtió en uno de los ejes de las intervenciones, que no el único.

El almagre es un óxido de hierro que adquiere una tonalidad encarnada. Este pigmento para pintura se aplicó a la plaza Mayor en 1989 durante la profunda restauración acometida entonces. "Pero ha soportado mal el paso del tiempo", dice un asistente a la reunión.

Numerosas mataduras blancas salpican los paramentos, quizá procedentes de la pintura de los fraileros en color blanco, también considerado inapropiado para las contraventanas que cubren las balconadas. De igual modo, la combinación cromática entre el almagre rojo del revoco y la pizarra oscura de las cubiertas fue cuestionado por otros asistentes. Por todo ello se consideró apropiado replantear si es preciso cambiar muchos de estos elementos con pintura de diferente color.

Para ser fieles a la personalidad histórico-cromática de la plaza, el colorista catalán invitado propuso una serie de catas selectivas en lugares recónditos de la plaza y averiguar cuáles fueron los colores primigenios. Entre ellos figuraron el blanco con recercados de tierra sevillana; los amarillos napolitanos, muy barrocos, así como distintos ocres, sienas y terracotas. Cada uno de ellos puede llegar a ser el futuro color dominante en los muros exteriores de la gran plaza madrileña.

Los reunidos comentaron que ahora, las personas de edad evitan cruzar la plaza. "Los ancianos sólo caminan bajo las arcadas por miedo a caerse" según uno de los asistentes. "Además, dada la naturaleza del pavimento-adoquines a imitación de los empleados por el arquitecto de la plaza Juan Gómez de Mora en un céntrico templo- se crean charcos de agua de lluvia o de riego que ni siquiera el potente sol que azota la plaza logra evaporar. "Ello genera un microclima muy húmedo y adverso para el propio revoco y para el estacionamiento subterráneo", destaca otro asistente, que subraya igualmente el calor veraniego que reina en la plaza, dada la ausencia de arbolado motivada por el estacionamiento, que impide la posibilidad de instalar alcorques de profundidad suficiente para plantar árboles de cierto porte.

El garaje fue encajado a una distancia de unos tres metros de las fachadas para permitir cierta maniobrabilidad ulterior, explica Ferrán, que admite como posible el soterramiento de la recogida de basuras.

A propósito de las cubiertas de pizarra, su aguda inclinación ha inducido "problemas con las bajantes, que registran humedades bien visibles en la fachada de la Casa de la Carnicería". También la columnata de los soportales se resiente con las humedades, que dejan su sucia huella en muchas de ellas, erosionadas también por cierta arenización.

"Las techumbres originarias fueron de teja árabe", destaca el pintor Carlos Franco, quien se pronunció por cambiarlas. "En los años 60 del siglo XX se cubrieron de pizarra para evitar que la ropa tendida asomara a la plaza, pero hoy las costumbres han cambiado y el retranqueo inicial que tuvieron podría contemplarse de nuevo", señala.

El pintor defendió sus pinturas, figurativas, de la fachada de la Casa de la Panadería, hechas por él sobre 250 metros cuadrados de extensión, ya que, a su juicio, "componen un relato barroco sobre la mitología madrileña".

Franco aplicó a esta fachada un tratamiento de pinturas a base de silicatos de tonalidad ocre y de tipo Kein. "Han resistido muy bien el paso del tiempo, según un informe de técnicos alemanes realizado recientemente". Sin embargo, no todos los asistentes elogiaron las pinturas.

"Para acentuar el carácter escénico de la plaza Mayor, porque tal fue su principal papel a lo largo de la historia", explica el autor del plan, Carlos Ferrán no descarta tampoco que a la plaza se le agregue algún tipo de grada. El plan del Ayuntamiento contempla también actuaciones para mejorar la acústica del enclave. "La plaza tuvo toldos para guarecer durante los espectáculos al público del calor u otras inclemencias". Los toldos son pues otra fórmula posible.

El Plan de Mejora encara la integración de la plaza Mayor en la red de infraestructuras de transporte público ya existente bajo la Puerta del Sol. ¿Prevé alguna estructura semejante a la de Antonio Fernández Alba y Javier Manterola en Sol? "No la descarto, sino todo lo contrario", responde el arquitecto autor del plan con una sonrisa.

Ahora sólo queda escuchar -y después convencer- a los madrileños de que los cambios en la plaza Mayor son oportunos, necesarios y viables, en una ciudad sometida al zafarrancho constante de unas actuaciones urbanísticas sin apenas planificación coordinada, cuyo control de calidad, por inexistente, deja todo que desear.

Escenario de la vida madrileña

La plaza Mayor de Madrid fue erigida por el arquitecto regio Juan Gómez de Mora entre 1617 y 1619 bajo el reinado de Felipe III, cuya estatua ocupa el lugar central. Su erección coincidió con el máximo auge imperial de España. Había sido edificada con fondos procedentes del impuesto de consumo de vino sobre una plaza preexistente, llamada del Arrabal, levantada a su vez sobre una laguna llamada de Luján. Es de traza rectangular, con tres plantas asentadas sobre soportales de piedra y cubiertas abuhardilladas retranqueadas, entonces de teja árabe y hoy de pizarra. Tiene 129 metros de longitud por 94 de anchura y cuenta con 237 balcones y nueve puertas de acceso. Cuatro historiadas farolas de bronce, obra del artista gallego Jesús Colungas, albergan otros tantos bancos circulares con asiento para 25 personas.

Situado al norte de la plaza, su paramento principal es la Casa de Panadería, en su origen destinada al depósito y venta de cereales. También albergó en la primera planta una lujosa estancia regia suntuosamente ornamentada y pintada por Claudio Coello y José Donoso, desde donde la familia real asistía a los actos que se celebraban en la plaza, desde juegos de cañas y toros hasta procesiones y algún ocasional auto de fe. La plaza sufrió varios incendios, los más importantes en 1670 y 1791, fecha ésta en la que fue restaurada por Juan de Villanueva.

Un gran escudo central en piedra vertebra su fachada, que exhibe en sus paños, frisos y entrepaños una historia de Madrid en clave mitológica. Tras un concurso convocado en 1989, el retablo surgió de los pinceles de su ganador, Carlos Franco Rubio y un equipo de ocho personas. Tiene una impronta figurativa de vigoroso cromatismo, sobre un fondo pictórico ocre suave. La narración tiene como trasunto el agua, sobre la cual Madrid fue fundado, según la leyenda. Arranca de los esponsales de la diosa Cibeles y Acuático y muestra a su numerosa prole, que el pintor madrileño mezcló con divinidades como Baco y Abundia, referencias a Isidro labrador, cariátides y personajes del pueblo como majos, chisperos y otros tipos castizos. Muestra asimismo animales vinculados a la historia madrileña como gatos, osos y palomas. Los orejones de las torres albergan pinturas de estaciones del año. Esta decoración nunca fue inaugurada.

LAS NUEVAS FAROLAS DE LA PUERTA DEL SOL

FAROLAS MODELO "PRINCESA"


El "Oso y el Madroño" cambio de emplazamiento,
ahora se encuentra a la entrada
de la calle de Alcalá

lunes, 5 de octubre de 2009

MADRID IS NOT IGUAL


Madrid no será ciudad olímpica, porque a nadie se le escapa la deficiente gestión municipal, comunitaria y estatal para cumplir los plazos establecidos en las obras, el deficiente y chapucero acabado, el desprecio por el centro histórico, la inseguridad ciudadana, con las calles llenas de manteros, prostitutas y chaperos. El metro y los autobuses llenos de carteristas. Y el desprecio total al ciudadano contribuyente que cada día ve mermada su calidad de vida en la "Villa y Corte". Nunca esta asediada ciudad había llegado a estos límites, permanentemente destripada; hemos llegado a un grado de destrucción del patrimonio histórico insostenible. En esta época de crisis, y con un endeudamiento municipal cercano a los ocho mil millones de euros (según los expertos) nos permitimos hacer obras INNECESARIAS, chapuceramente realizadas (veasé como está la peatonalizada calle Arenal en menos de un año). Después de la inauguración de la abominable bóveda de RENFE CERCANÍAS SOL ( por cierto toda sucia, llena de polvo y churretosa), se dió un plazo de tres meses para finalizar las obras de superficie. Tendría que haberse finalizado el día 1 de octubre, y a día de hoy seguimos sorteando baches, zanjas, vallas etc. Con una Puerta del Sol que no se puede atravesar. Para colmo, colocan los "históricos adoquines"en las zonas más transitadas de acceso a las bocas de metro y rente, donde por cierto hay un desnivel donde casi todo el mundo tropieza. El resultado quejas continuas de los vecinos y visitantes de la zona. El caminar entre los adoquines desnivelados y el pavimento de chinchetas de cemento (¿ será para hacer reflexoterapia podal urbana ? ) causa una gran incomodidad, es peligroso para ancianos e invidentes, y destroza los zapatos de tacón. Por si fuera poco en la confluencia de la Puerta del Sol, con la calle de Carretas se produce cuando llueve un gran embalsamiento de agua, ya que se ha hecho una rampa, que impide el desagüe del caudal de lluvia. Imaginen que pasa cuando llega el autobús que tiene la parada un par de metros más arriba. Ahora, para camuflar la prostitución, se han tomado las plazas del centro madrileño, con ramplonas ferias de artesanía (Plaza de Benavente) y calle de la Bolsa. En la plaza de Santa María Soledad Torres Acosta, se monta un merendero medieval (como las ideas de sus promotores) con fritangas y humos que dan un aire muy saludable a los viandantes. En la Plaza de Felipe II se monta una degustación de torta del Casar. Y en La Plaza Mayor se instala una gigantesca carpa para una exposición promocional de Argentina. Se peatonaliza y cada vez hay menos sitio para pasear, pues se llena todo de mesas y sillas de los bares cercanos como en Jacometrezo y Santo Domingo. ¿Para cuando un barrio que concentre la prostitución como en otras ciudades, y una normativa que la regule? Y no tener todo el centro convertido en "una casa de ….. . Cuándo unas normativas municipales que castiguen el gamberrismo, el ir en moto o bicicleta por las aceras,orinar en la vía pública (el olor de algunas calles es insoportable) las pintadas y la agresión al patrimonio cultural. Claro que si fuera así, tendrían que empezar por multarse a sí mismos. Creo que todo esto aunque no se ha mostrado, está a la vista y no ha pasado desapercibido a los miembros del COI. A ver si hay suerte y a alguien se le ocurre hacer de este Madrid la ciudad que fue y que nos legaron nuestros antepasados.

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