domingo, 25 de marzo de 2012

NO TE PIERDAS "FOLLIES" EN EL TEATRO ESPAÑOL, PROBABLEMENTE LA MEJOR PRODUCCIÓN TEATRAL DE LA TEMPORADA. SOLO HASTA EL 8 DE ABRIL


¡ÚLTIMA HORA!
"FOLLIES" VOLVERÁ AL ESPAÑOL
A PARTIR DEL 8 DE JUNIO

La obra, ambientada en 1971, está interpretada por 39 actores y una orquesta de 20 músicos dirigida por Pep Pladellorens.

Emocionante, deslumbrante, elegante y, en suma, apoteósico. Así ha lucido en su estreno en España, 41 años después de hacerlo en Broadway, el musical "Follies", un sagaz tributo al espectáculo y al paso del tiempo que ha arrancado, literalmente, de sus butacas al público del Español.
Cada uno de sus 22 números, desgranados en 2 horas y 45 minutos, han sido rematados por los aplausos y los bravos, e, incluso, la ovación cerrada, como en el caso del que protagoniza la "octoañera" "vedette" Asunción Balaguer, otorgados por un público entre el que brillaban los "goyas" Elena Anaya y Lluis Homar o escritores como Luis Mateo Díez o José Manuel Caballero Bonald.
Pero todo ha sido poco cuando ha llegado la última nota porque entonces la sala "se ha venido abajo" y parecía que nunca iba a acabar el emocionado y sostenido aplauso, a pesar de que poco antes el personaje que interpreta el director de la función, Mario Gas, decía que si algo había aprendido en la vida era saber cuando algo debe terminar.
La obra, interpretada por 39 actores y una orquesta de 20 músicos, dirigida por Pep Pladellorens, se ambienta en 1971, con el productor Dimitri Weismann (Gas) recibiendo en su teatro, que al día siguiente será demolido para construir un aparcamiento, a los artistas supervivientes que actuaron allí hasta 1941 y tener la última oportunidad de revivir los viejos tiempos.
Entre ellos están dos coristas y sus maridos: la mordaz y elegante Phyllis (Vicky Peña), casada con Benjamin Stone (Carlos Hipólito), un ejecutivo de éxito en Manhattan, y Sally (Muntsa Rius), un ama de casa que vive en Fenix con el viajante Buddy Plummer (Pep Molina).
"Vaya, pero si eres encantador", le dice con irónica sorpresa Phyllis a Ben "alabando" su saludo a una invitada. "Pues tendrías que verme cuando no estás delante", le contesta él.
Con esas dos frases, Stephen Sondheim (Nueva York, 1930) resume en "Follies", el cuarto musical de este "revolucionario del género" que ha querido dirigir Gas, la cara oscura de sus personajes, su tensión psicológica y acerado verbo.
Mientras ellos se disparan dardos, los asistentes a la fiesta recuperan del pasado sus números estelares con continuos "flashback".
Ahí aparecen soberbias Balaguer, dándolo todo con "Broadway baby" ("Yo quiero estar en un show"), y Massiel, que resume, vulnerable y fanfarrona, en "I'm still here" ("Yo sigo estando aquí") el alma del espectáculo.
En el segundo acto, Phyllis, Ben, Buddy y Sally cantan y bailan sobre sus expectativas y lo que ocurrió entre ellos, en paralelo a sus "gemelos" en el pasado, con dúos, cuartetos y solos, en los que destaca desgarradora la lacerante declaración de independencia que hace Peña en "Could I live you?" ("¿Irme?").
Sondheim estrenó esta historia "tierna pero hiriente" de fantasmas "emplumados" alrededor del ardiente foco del espectáculo y el de los sueños aparcados, hace cuatro décadas cuando, al parecer, rozar los 50 años era estar casi con un pie en la tumba.


"Lo único que tengo son 49 años", dice completamente desesperanzada una de las protagonistas, enamorada de otro "anciano" de 53 años, algo que contrasta mucho, por ejemplo, con el enorme gusto por la vida que exhibe en escena Balaguer, con 86 años, más que a la espalda, por delante, a juzgar por su dinamismo.

Es un espectáculo de envoltura suntuosa aunque el Español ha sido tan estricto en el gasto que para "envejecer" los palcos de proscenio han utilizado "colacao" mezclado con agua, barato y fácil de retirar del pan de oro que los recubre, y harina para fingir el yeso.
Los técnicos, que han salido a saludar ante el delirio del aforo, han hecho incluso un desarrollo de I+D con la iluminación, con led de tres colores que inundan progresivamente la escena y que para "fingir" la época están cubiertos por pelotas de ping pong cortadas por la mitad, según ha explicado a Efe el jefe técnico, Paco Ariza.
Este musical dirigido "a un público muy inteligente", según Gas, director también del Español, ya ha agotado todas las entradas del patio de butacas hasta el último día programado, el 8 de abril.
Fuente Informativa agencia EFE

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